martes, 10 de abril de 2012

Cómo Conseguir Domar Una Melena Ondulada o Rizada



Si tienes el pelo ondulado o rizado, lo sabes: no es sencillo de manejar. Hay un pequeño paso entre rizado y fosco, otro paso entre messy y despeinado, y otro entre volumen y un peinado afro. Así que vamos a intentar gobernar tu melena en 8 pasos.

Paso 1: Admítelo.
Lo primero es asumirlo. La mitad de las chicas con el pelo ondulado o rizado se pasan la vida alisando y con las planchas. ¡No! El pelo rizado tiene ventajas: aporta volumen y movimiento, es más natural, rejunenece, lo puedes peinar con los dedos y es menos común... Así que si no estás dispuesta a pasar por el constante estrés del alisado, empieza por un buen corte de pelo. ¿Nuestras recomendaciones? Uno de los problemas más frecuentes es el exceso de volumen. Las chicas con el pelo liso no lo entienden, pero el volumen puede ser un problema. Así que es importante que la melena sea un poco larga: mejor por debajo de los hombros. Así evitarás el efecto de un triángulo abierto. El propio peso del pelo hace que se reduzca el volumen. Si lo quieres llevar más corto, tienes que capearlo muy bien, y ser bastante constante con los acondicionadores y la hidratación para que se mantenga en su sitio. Lo ideal sería una melena por debajo de los hombros con capas que nacen en la barbilla y se van abriendo hasta las puntas.



Paso 2: Lavado justo.
Cuidado con el champú: elígelo bien. Alguno específico para tu tipo de pelo pero sobre todo: no te lo laves todos los días, cada dos es suficiente. El pelo puede encresparse más. Prueba a mojarlo un poco con agua para que recupere la onda y aplica alguna crema para que se mantenga durante el día. Si aún y todo no puedes resistir el lavarlo, opta por un champú como Bain Oleo Relax de Kérastase, es de uso diario. Nutre el cabello lavándolo con suavidad, alisa la fibra para facilitar el desenredado, relajado y disciplinado.



Paso 3: Acondicionador en las puntas.
Abusa del acondicionador pero solo en las puntas. No lo apliques desde la raiz para que esa zona no quede apelmazada y consigas que el rizo salga desde el nacimiento del pelo. Pero en el resto, cuánto más hidratado esté, más fácil será de moldear luego, de peinarlo y de dejar atrás el encrespamiento. El cabello debe ser manejado con todo el cuidado posible al lavarse, ya que al estar mojado es más frágil y fácil de dañar. 


Paso 4: Mascarilla.
Te presentamos a tu nueva mejor amiga a partir de ahora. Elige alguna muy hidratante y mejor si es con efecto anti encrespamiento. Nos gusta Oleo-Curl Intense de Kérastase que proporciona nutrición, suavidad e hidratacion.
 Debido a su alta concentración lipídica otorga:
- Brillo óptimo desde la raíz hasta las puntas con rizos muy definidos
.- Protección contra las agresiones mecánicas.
- Doble efecto: reducción del volumen y rizos con movimiento.  

Paso 5: Elige bien el secador.
No vale cualquiera. Seguro que alguna vez has intentando en un hotel apañarte con los que hay en las habitaciones. Pero no, no sirve. Si tienes el pelo rizado, necesitas un difusor que no rompa el rizo y que a la vez te quite toda la humedad. Muchas chicas, lo que hacen es dejarse el pelo suelto y que se seque al aire. En realidad, si trabajas el pelo con el secador adecuado será más fácil que te aguanten los rizos. 

Paso 6: Sécalo bien.
Lo sabes bien: la humedad es tu peor enemiga. Para completar el efecto, utiliza algún producto anti frizzing como Soin Oleo-Relax de Kérastase. Utiliza lo que necesites en función del largo del cabello, la textura, densidad, y estilo que quieras conseguir.

Paso 7: Di no a los productos duros.
Éste es uno de los errores principales: utilizar una espuma o una gel fijador y que los rizos queden duros. Muchas personas tienden a "partirse" los rizos para que se pase sensación pero, al final, vuelve el pelo fosco y rompes la cutícula. Las fibras del pelo rizado suelen estar muy enlazadas entre sí, por eso los ingredientes activos de los tratamientos se depositan con facilidad en él. En general suele ser un pelo más grueso y es más complicado de modelar porque absorbe hasta un 40% más de humedad que los cabellos finos.

Paso 8: Sanea el corte.
Por último, sanea el corte cada 3 meses. La visita al peluquero es muy importante porque cortar las puntas (tranquila, realmente las puntas) ayuda a que el rizo no se rompa tanto. Y a la vez, consigues domar el volumen si las capas superiores no crecen mucho.